Cumplió Flagelación

Cumplió Flagelación en tiempo y forma. Con puntualidad exquisita, a las 20.30h ponía «Batería J» su Cruz Guía bajo el dintel del Templo Arciprestal. Expectación en los corazones que, de frente y a lo lejos, veían avanzar el Palio por la nave central, adivinando el aire de las bambalinas en silencio, roto, a veces, por la voz del capataz; así lo pidió Pomares al Gobierno de la Hermandad. Dentro del Sagrado Corazón, “que avance el cortejo y podamos hacer la salida, solos y en silencio”.

Se mandaba el Palio a voz en una salida que recordaba a San Esteban, con el auxilio de Andrés Martín, Álvaro Guzmán y Paco Pedreño, Pedro Pomares arriaba los zancos, “a tierra y parejos”, para comenzar la maniobra tan complicada como histórica; el ancho y el alto daban, con cinco centímetros de margen; y “de frente poco a poco” veía la Titular de Flagelación, una plaza a rebosar . Así conquistaba Melilla María en Su Mayor Dolor.

Foto: C.Rubiales

En el cortejo, representaciones de las Hermandades y Cofradías de Pasión y Gloria de nuestra ciudad, la Casa de Ceuta en Melilla, la Congregación de la Virgen de la Victoria y unos invitados de excepción, representantes de la Cofradía de San Antonio de Padua de Ceuta, que en 2020 celebrará el Año Jubilar Antoniano concedido por la Santa Sede.

Con los últimos acordes de la Marcha Real, enfilando el Palio Ejército Español, Yayo Cerrato, de la Hermandad del Rocío, pide arriar para regalar a Flagelación una Salve, composición exclusiva para la efeméride.

Foto: Lucía Triviño

Foto: C.Rubiales

Sin sobresaltos durante la conocida Carrera Oficial; Flagelación nos viene acostumbrando a la elegancia y buen hacer del cortejo, en un gran trabajo de albacería. Para la ocasión, penitentes de cirios tintados , un nutrido grupo de jóvenes acólitos, hasta ocho, mandados por el palermo de un correcto Pertiguero, figura que vimos por primera vez en la Semana Santa pasada.

Vestía María la saya, trabajo de las “abuelas” de Batería J; gran detalle de la corporación a quienes a mano, han bordado la historia de Flagelación; de estreno el tocado, obra de Juan Campos, Rosario y pañuelo en las manos del Mayor Dolor, regalo del Vicario Episcopal a la corporación, y como guiño, se lucía María la misma corona de su bendición. Encaje nuevo en el rostrillo, obra de Rocío Pomares, la camarera, y en el pecho, “Mayor Dolor” regalo de Rafael Núñez, quien fuera Teniente Hermano Mayor, que por cierto, cumplió la procesión junto a la terna histórica de aquel noviembre del noventa y cuatro, Martín Aranda, Ramos, etc. de “marmol a marmol”.

Desde aquí, todo es Barrio y sorpresa.

En la peatonal de la Plaza Comandante Benítez recibían al Palio con una eterna petalada. Descanso merecido al cortejo para antes de poner pié en Juan de Lanuza, se llama al capataz, y con Televisión Melilla como testigo de excepción, D. Carlos Orozco Pérez, secretario de la Cofradía de San Antonio de Padua en Ceuta, se nombra, con la venia del Gobierno de la Corporación caballa, Pregonero de San Antonio 2020, Año Jubilar Antoniano, a D. J. Pedro Pomares. Ahí es ná.

Juan de Lanuza. La cuesta.

Eterna y para soñar. “corazón en el trabajo” la de Pomares (el padre) que se sigue arrimando al varal, trajo vívas y aplausos de quienes conocen que, a estas alturas del recorrido, lo mejor estaba por llegar. Mujeres y hombres en el trono de María Santísima para perfilar la revirá con más carga del recorrido, y la bulla empujaba. Saben los de Flagelación, que el trabajo en la cuesta tiene que ser con el corazón cuando flaquean las fuerzas, y la Agrupación supo estar a la altura; se llamó al Cielo para recordar al Maestro Nicasio, papel de Salvador Quero Morales que también quiso venir desde Málaga para la extraordinaria. Con “Reina de Reyes” conquistó el Palio la cuesta que a Flagelación lleva a su barrio.

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