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Semana Santa, jóvenes y COVID

La Semana Santa en este año 2021 vuelve a estar cancelada por segunda vez, y es que los rebrotes y los estragos que está dejando la pandemia hacen imposible que este tipo de celebraciones se puedan realizar. La tercera ola de COVID-19 ha golpeado duramente a la ciudad norteafricana, haciendo que el toque de queda siga establecido a las 10 de la noche y los contagios continúen aumentando. Estas dos consecuencias del virus son un ejemplo de por qué las cofradías melillenses este año no pasearán por las calles de la ciudad. Esta época del año es muy importante para las personas que que hoy en día siguen disfrutando de esta fiesta y de la religión, por eso hemos hablado con un grupo de jóvenes para saber qué opinan respecto a esto y sacar conclusiones frente al futuro de la Semana Santa.

En primer lugar, contamos con la colaboración de Carmen Pérez Alonso, estudiante de veterinaria en la Universidad de Murcia. Carmen tiene 21 años y lleva viviendo prácticamente toda su vida en Melilla, hasta que tuvo que trasladarse a Murcia para estudiar. Murcia es una ciudad con un sentimiento religioso bastante arraigado, por eso hemos elegido a esta joven para que nos hable del contraste entre Melilla y Murcia a la hora de las procesiones y cómo ha vivido ella ese sentimiento en primera persona. La primera pregunta que le hicimos a la melillense fue qué significaba la Semana Santa para ella, a lo que nos respondió que “Yo nunca he sido muy religiosa, aunque sí que me parece una fiesta muy familiar, no me desagrada en absoluto”. Hablando sobre los rebrotes y la situación en la que se encuentra la ciudad autónoma ahora mismo respecto al COVID, Carmen afirma que “Aunque no haya procesiones, yo creo que se puede seguir celebrando en las Iglesias y en las casas con grupos muy reducidos para que no se pierda la tradición”. También añade que “En Murcia sinceramente no sé cómo se hará, pero a mi me preocupa más Melilla más que nada porque es donde he nacido y donde están mis abuelos, mis tíos, mi familia. Otro año sin Semana Santa para ellos puede ser complicado, aunque para mi ya te digo que tampoco es que suponga un drama no celebrarlo, de hecho creo que es lo que más lógico y lo que corresponde”.

Acompañando a Carmen en esta entrevista encontramos a Ana Barón Díaz, de 22 años, nacida en Melilla y estudiante de Biología en la Universidad de Granada. Cuando hablamos con Ana sobre qué significaba la Semana Santa para ella dijo explícitamente que “la verdad es que nada”. Y es que nos explica que “Yo no soy religiosa, nunca lo he sido y no creo que lo sea en un futuro. A mí Semana Santa me da exactamente igual, hasta a veces me agobia un poco que corten las calles y que paralicen todo por una procesión. Pero bueno lo respeto y respeto a las personas que le gusta, de hecho, muchas de mis amigas son bastante religiosas”. Comentando las restricciones que existen por culpa del virus y que 2021 va a ser otro año sin esta fiesta, Ana afirma que “Sinceramente no le veo ningún sentido a que se celebre este año, me parecería fatal que dejaran salir las procesiones y sigan cancelando conciertos en sitios abiertos y actividades de ocio que implican más o menos el mismo tipo de contacto. Creo que es la mejor decisión que podrían haber tomado”.

Hablamos ahora con Laura Apolinar Fernández. Con 21 años y siendo estudiante de Ciencias Ambientales en la Universidad de Málaga, la opinión de la melillense sobre la Semana Santa es muy clara: “Yo he estado muchos años saliendo al paso con la procesión de El Sagrado Corazón. Para mi la Semana Santa es una celebración súper especial y espiritual”. Laura añade: “Es verdad que me importa, pero que este año no se celebre tampoco me afecta demasiado porque vivimos en Melilla, no en Sevilla o Málaga donde las procesiones tienen como otro nivel. En el sentido de que obviamente son ciudades mucho más grandes, pero aún así yo creo que el sentimiento de los melillenses este año no va a decaer”. En relación con la pandemia comenta: “Me parecería un poco hipócrita celebrar las procesiones y luego prohibir otro tipo de fiestas o de actividades de ocio, ¿no? No sé, no le vería mucho sentido”.

La Semana Santa 2021 en Melilla no tendrá una celebración en las calles, pero tras escuchar las diversas opiniones de estas jóvenes melillenses podemos sacar en claro que las medidas adoptadas por el Gobierno de la Ciudad Autónoma son un acierto para gran parte de la población. Hemos encontrado pensamientos distintos sobre el sentimiento religioso, dejando entrever un gran abanico de significados y opiniones entre la juventud que repercuten en la Semana Santa y su tradición. Una de las soluciones que comentaron para este año fue el visualizar los pasos a través de plataformas digitales e intentar vivirlo desde casa de la mejor manera posible. En estos tiempos tan abruptos donde los españoles tienen que reinventarse cada día, es bueno mantener la fe y la esperanza de que las tradiciones volverán algún día.

*Por Elsa Almendros Moralejo

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