Los Educadores de Calle de Bienestar Social practican más de cinco mil intervenciones con MENAS marroquíes en la segunda mitad de 2018

El programa de Educadores de Calle de Bienestar Social cuenta a fecha de hoy con 6 técnicos y 11 auxiliares que desarrollan un programa “pionero” de lunes a domingos y de forma ininterrumpida desde que arrancase en mayo de 2018 con el objetivo de atender a los jóvenes no nacionales que se resisten a ingresar en los centros de acogida del gobierno melillense y que malviven en la calle a la espera de una oportunidad para «hacer risky», embarcar como polizones en alguno de los barcos que regularmente enlazan la Ciudad con la Península.

“La mayoría de menores que viven en situación de calle sufren problemas de consumo, sobre todo de sustancias volátiles y cannabis, y en menor medida de alcohol y otros psicotrópicos”, de ahí la importancia del programa público de Bienestar Social, que se caracteriza por el hecho de que “el profesional es el que busca a la población diana y se acerca”.

Además de intervenir con los “menores de calle”, el equipo de técnicos y auxiliares trabaja a diario con los menores que se encuentran de alta en los centros de acogida con vistas a evitar futuras bajas.

A punto de la mayoría de edad.- El equipo de Educadores de Calle ha detectado en los últimos tiempos que el perfil de los menores responde al de adolescentes de 17 años pertenecientes a grupos familiares del otro lado de la frontera que llegan a Melilla con documentación y acompañados por alguno de sus progenitores. Su objetivo no es otro que el de pasar los últimos meses antes de alcanzar su mayoría de edad en un centro de acogida con vistas a ser documentados con una tarjeta de residencia.

“Su idea y la de sus padres es que así obtendrán la documentación una vez cumplido los 18 años”.